José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos el 8 de
octubre de 2011, no estuvo localizado en las horas claves sobre la desaparición
de los pequeños Ruth y José. El móvil estaba apagado. ¿Con alguna intención?
Posiblemente sí. Según los peritos, no se ha podido concretar la ubicación
geográfica. ¿Acaso sería posible acceder a las comunicaciones y parámetros
geolicalizados en un dispositivo apagado?
El técnico de la CIA, Edward Snowden, acusado de revelar datos secretos de un programa de
espionaje a ciudadanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional, tenía claro que estaba en el ojo del huracán de los gobiernos. Por
ello, trató de que él no fuera objeto de un control de sus comunicaciones depositando su móvil en la nevera para que esta
hiciera de «Jaula de Faraday».
No optó por la opción de apagar el dispositivo, ya que muchos de los
dispositivos actuales, no solo teléfonos, tienen «estados a medias entre
completamente encendidos y completamente apagados», según considera Seth Schoen, experto de Electronic Frontier
Foundation, quien cree que la extracción de la batería tampoco sería suficiente,
ya que «algunos dispositivos disponen de fuentes de energía adicionales en su
interior».
En medio de la polémica sobre la intención de un programa de espionaje,
¿cuánto de cierto hay en que un móvil apagado pueda ser localizado? Ahí está el
quid de la cuestión. «El teléfono sigue conectándose a la Red aunque esté
apagado. Estando conectado a una determinada antena pueden ubicarte, no con
precisión GPS, pero sí la zona», expresa a este diario Jesús, experto informático que prefiere no revelar su
identidad completa.
Más allá de argumentarios propios de una conspiración, un móvil
desconectado es incapaz de servir como transmisor de voz o como una grabadora gracias a algunos software que se instalan sin el conocimiento del usuario
mediante el envío de un mensaje de texto. Las principales funciones, así como
las redes GPS, están apagadas, pero aún apagado el dispositivo ejecuta rutinas
básicas como el mantenimiento del reloj. Sin embargo, desde los operadores
podrían enviar una señal a la celda de la red que podría detectar una ubicación
indeterminada, aunque no sería suficiente como para poder triangular una
posición exacta.
«Si el aparato no tiene energía no se puede hacer nada. La señala
depende de la cobertura. Un móvil que no tenga energía no puede ser localizado.
No estoy seguro de que la energía residual que emita el móvil o una batería
auxiliar sea suficiente para que el móvil emita una señal que pueda ser
detectada. Apagado total es relativo, tiene sus matices, porque puede ser en
'stand by', que puede hacer que emita una pequeña señal siempre que el terminal
esté configurado para ello», agrega José Miguel Lluva,
ingeniero de computadores.
«Un teléfono es como un ordenador, está comprobado que si está apagado
no se puede acceder a él ni copiar los datos. Ni siquiera que pueda emitir una
señal pequeña pueda ser localizado. Un móvil apagado no emite nada. Se podría
saber hasta el momento en el que ha estado encendido. Una vez apagado el móvil,
no existe», reconoce por su parte Pablo Teijeira,
director general de Sophos Iberia, consultora
de seguridad en internet.
Fuente: ABC.es
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