La tecnología es capaz de conseguirlo
actualmente, pero no está totalmente evolucionado ni bien desarrollado. El
sueño de las pantallas flexibles está cada vez más cercas gracias a nuevos
materiales y técnicas que podrían hacer que los paneles de productos de consumo
como los teléfonos móviles inteligentes llegaran en nuevas formas
en los próximos años.
El futuro está cada vez más cerca. Y no será
ciencia ficción, ya que se han dado pequeños pero grandes pasos en los últimos
años. Algunos televisores avanzados son capaces de moverse y el formato curvado
se ha colocado como lo más cool y moderno que existe.
De hecho, prácticamente todos los modelos presentados por Samsung en la pasada
feria CES 2015 de
Las Vegas tenían este aspecto.
Y la curva ya se ha introducido en los móviles.
El mayor ejemplo es el nuevo LG
G Flex 2,
con carcasa y pantalla autorreparable, capaz de curvarse si se ejerce una
presión sobre él pero recuperar su estado original en un periquete. Sin ser tan
avanzado, el
Galaxy Roundes
otro ejemplo de curvado, pero sus componentes internos son rígidos. Hay otros ejemplos que
demuestran que hay recorrido en este aspecto, como el «phablet» Galaxy
Note Edge,
un terminal que alberga un borde curvado pensado para recibir notificaciones y
manejarlo de una manera diferente a los diseños tradicionales.
Lo próximo será hacerlo flexible. Samsung también mostró en los pasillos
del CES 2014 prototipos de pantallas maleables que, según las primeras pruebas,
se puede incluso enrollar. Youm, que así se denomina el
proyecto, podría incorporarse a nuevos teléfonos de última generación en los
próximos años.
Mientras eso pasa, investigadores de
universidades se esfuerzan en acelerar el proceso de alcanzar ese sueño. Con la
colaboración de Intel y la Universidad Queen en Canadá, una firma registrada
como Plastic Logic cuenta con un proyecto de paneles que se torsionan casi
tanto como el papel, lo que podría revolucionar toda la industria al completo.
Años después de que Sony en 2009 consiguiera un
prototipo de este tipo, en 2012 se desvelaba otro proyecto, llevado a cabo por
el diseñador Jeong Jaewan, que aseguraba haber encontrado la fórmula
para fabricar una pantalla LCD flexible. El resultado fue un prototipo de
«smartphone» bautizado como UFO. El mayor impulso para el despegue de esta
tecnología es el aprovechamiento de los paneles orgánicos OLED, introducidos ya
en algunos modelos de dispositivos móviles y televisores de última generación.
Esa particularidad de poder doblar la pantalla
es otro de los intereses de Apple, que camina hacia las
pantallas flexibles en próximos modelos de iPhones. La firma de la
manzana ha registrado una patente
en la
Oficina de Patentes de Estados Unidos (USPTO) descrita como «dispositivos
electrónicos flexibles que pueden incluir una pantalla flexible, carcasa
flexible y uno o más componentes internos flexibles para permitir la
flexibilidad dispositivo electrónico para ser deformado».
Fuente: ABC.es

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