Un grupo de investigadores de la
Universidad Tecnológica de Eindhoven acaba de presentar una nueva tecnología de
almacenamiento ultrarrápido de datos que promete
revolucionar el futuro de los discos duros. Más capacidad, más rapidez, más
durabilidad, los nuevos sistemas de almacenamiento podrían hacerse
realidad en apenas unos años. El estudio acaba de publicarse en Nature Communications.
Un
disco duro convencional almacena bits en forma de diminutos
«paquetes» magnéticos. Las direcciones de los polos norte y sur
magnéticos de estos «paquetes», esto es, su magnetización, es lo que determina
si tenemos «0» ó «1» grabándose en el disco. Los datos se van
almacenando a base de ir cambiando la dirección de magnetización de los bits.
Lo cual actualmente se consigue usando una cabeza de escritura
para crear un campo magnético local que hace que los bit vayan
cambiando de dirección y, por lo tanto, grabandose como datos en el disco.
Cuanto más fuerte es el campo
magnético local, más rapido es el alternarse de «0» y «1». La cuestión es que la tecnología está ya muy cerca del límite máximo de
velocidad de escritura de datosque es posible alcanzar. «El número de bits ha ido creciendo rápidamente durante muchos años
-afirma Sjors Schellekens, autor principal del estudio - pero la velocidad de
escritura también se ha incrementado. Existe la necesidad de una
nueva tecnología de almacenamiento de datos».
El equipo de físicos, dirigidos por
el profesor Bert Koopmans, utilizó una propiedad especial de los electrones,
el spin (que es una especie de compás interno o rotación intrínseca del
electrón). Utilizando pulsos laser ultrarrapidos los
investigadores generaron un flujo de electrones en el interior de un material
que tenían la particularidad de tener el mismo spin. Lo cual desembocó en una
especie de «corriente de spin» que era capaz de cambiar las propiedades
magnéticas del material en el que se encontraba.
Femtosegundos
«Este cambio de magnetización
-explica Schellekens- se produce en apenas unos 100 femtosegundos (un
femtosegundo es la milbillonésima parte de un segundo), es decir,
mil veces más rápido de lo que permite la tecnología actual».
Los investigadores consiguieron también explicar y describir paso a paso el
proceso. «Hay un debate entre los físicos
sobre si es realmente posible que una corriente de spin sea capaz de
cambiar la magnetización de un material. Ahora, hemos demostrado definitivamente que ese cambio es real y se produce».
Además, el método constituye un paso
fundamental hacia los futuros chips ópticos sobre los que la Universidad de
Eindhoven trabaja actualmente.
El pasado diciembre, la Universidad recibió una dotación de 20 millones de euros
precisamente para llevar a cabo la integración de la fotónica en los sistemas
informáticos. «Nuestra tecnología -concluye Schellekens- permite almacenar datos ópticos en forma de bits magnéticos. Y
eso ofrece oportunidades sin precedentes a la hora de utilizar la luz para
transportar información».
Fuente: ABC.es
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