Muchos usuarios están acostumbrados a desahogarse en sus muros de Facebook, a veces casi sin esperar respuesta, como el que se lamenta o blasfema solo en su coche durante un atasco. La reapertura de un caso judicial en Estados Unidos ha despertado el debate sobre si las fantasías vengativas expresadas en las redes sociales constituyen una verdadera amenaza para la sociedad y, por tanto, un delito.
El caso que ha reavivado la polémica es el de Anthony Elonis, un ciudadano estadounidense que, como recuerda The Verge, fue condenado en 2011 a 44 meses de prisión por fantasear en su perfil de Facebook con la muerte de su ex mujer, de agentes de policía y de los maestros de la guardería de sus hijos, entre otras personas.
Ahora, antes de que el sujeto cumpla la condena, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aceptado hacerse cargo del caso para determinar si las publicaciones de Elonis son verdaderamente constitutivas de delito o si, como se defiende el acusado, no iban dirigidas a amenazar a nadie, puesto que ninguna de las personas mencionada en ellas formaba parte de sus contactos ni estaba etiquetada en las mismas.
Tras separarse de su esposa y perder su trabajo, Elonis tomó la costumbre de manifestar su rabia a través de su perfil de Facebook. En una ocasión, colgó la letra de una canción de rap, que modificó para incluir en ella a las personas a las que le gustaría matar. En otra, comentó en una foto publicada por su cuñada que le gustaría disfrazar a su hijo de matricida por Halloween y darle un palo con la cabeza de su esposa. Más tarde, cuando una agente del FBI se presentó en su domicilio, Elonis actualizó su estado tras la visita comentando que le gustaría degollarla.
Sin embargo, ahora Elonis alega que sus publicaciones nunca tuvieron la intención de ser intimidatorias o amenazantes. Como argumentos, cita que su esposa no forma parte de sus contactos en Facebook, que el nombre que ha utilizado para su cuenta difiere del suyo verdadero y, por tanto, no es fácil localizarlo en la red social y que todas las publicaciones fueron realizadas en su muro y solamente en su muro, sin etiquetar a ninguna otra persona en las mismas.
La resolución del caso podría sentar un precedente no solo en términos de libertad de expresión, sino también en la manera en la que los tribunales juzgan las publicaciones realizadas en las redes sociales y la medida en que las toman en serio, en un momento en el que las disyuntivas al respecto están al rojo vivo, especialmente, en países como el nuestro. Si la Corte Suprema de Estados Unidos establece que Elonis no ha amenazado explícitamente a nadie, éste nunca debería haber entrado en prisión.
Fuente: ticbeat.com
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