martes, 24 de junio de 2014

¿Cómo funciona el texto predictivo de los teléfonos móviles?


Parece arte de magia, pero todo es ingeniería informática y un algoritmo. Los dispositivos móviles (teléfonos y tabletas) se han convertido en la principal herramienta de comunicación del mundo y desde donde nacen millones de mensajes que, de una manera u otra, permiten algún tipo de conversación humana. Para generar las palabras nos basamos en un teclado (físico o táctil) para crear las combinaciones de palabras. Y en ocasiones, esa «magia» produce que antesde acabar de escribir el término que deseamos el sistema nos sugiere su finalización.
Aunque existen diferentes métodos y estilos, el texto predictivo es una tecnología que funciona al hacer referencia a un diccionario con las palabras más comunes utilizadas por los usuarios. Ese texto predictivo, que forma parte de nuestras vida como algo invisible, es una tecnología de entrada de texto diseñada exclusviamente para dispositivos móviles y que permite formar las palabras al presionar una tecla por cada letra al contrario que presinar en múltiples ocasiones cada tecla para generar la letra deseada. Por supuesto, el objetivo es simplificar la escritura de mensajes de texto.
Uno de los más conocidos es el T9, texto en nueve teclas. Cada pulsación de cada tecla introduce una letra. Lo hace mediante una serie de palabras disponibles un diccionario. Sin embargo, esta tecnología no es perfecta, ya que en ocasiones una secuencia de teclas determinada puede corresponder a más de una palabra. El objetivo de este método fue aportar una mayor facilidad a la hora de escribir mensajes.
Este sistema fue patentado por la firma norteamericana Tegic Communications y fue introducido en teléfonos de la marca Nokia, Nec, Siemens, Sony Ericsson y Samsung, entre otros. Sus principales competidores fueron iTap, incluído en los terminales de Motorola, y el SureType, instalado por RIM -renombrada BlackBerry actualmente- , que se basaba en el teclado Qwerty, pero que permitía que cada tecla reconociera además otro caracter (símbolos y números).
Así, un algoritmo localiza en un diccionario una lista de palabras posibles en función de la combinación de teclas presionada y muestra la opción más probable en el momento en el que se presionan los botones. Claro está, aunque falicita las cosas, el usuario es libre de confirmar (o no) esa selección y, en caso afirmativo, continuar rápidamente con la siguiente palabra. Es una operación tan rápida y rutinaria que ya la tenemos asimilada.
En la historia más reciente, cada fabricante ha apostado por un determinado sistema. Hasta la llegada de la versión 10 de su sistema operativo, BlackBerry por ejemplo se había mantenido fiel en sus terminales móviles un teclado físico llamado Qwerty, la distribución de teclado más común. Nada nuevo, claro. Este fue diseñado por Christopher Sholes en el año 1873 y su denominación proviene de las seis primeras letras de su fila superior de teclas. La idea era lograr quelas personas pudieran escribir de manera más rápida por el hecho de distribuir las letras de tal manera que se pudieran usar las dos manos. Las máquinas de escribir, primero, y los teclados de los ordenadores lo popularizaron.
En el caso de la firma canadiense, el teclado -con modelos táctiles- cuenta con una función predictiva que permite anticiparse a las palabras comunes que el usuario está escribiendo. Incluso reconoce varios idiomas distintos, de tal forma que si se escribe «Hel» es posible que automáticamente el sistema te devuelva «Hello», «Hola» en inglés, y pasar a escribir en español sin que afecte al idioma seleccionado por defecto. Y mezca varios idiomas distintos en la misma frase.
Con todo, la forma de escritura en los teléfonos móviles ha variado. En los años noventa, y en plena era dominada por la firma finlandesa Nokia, un teclado de doce teclas permitía escribir mensajes de texto fácilmente. Para ello, cada tecla -excepto cuatro- incorporaban tres o cuatro letras del abecedario. Es fácil de utilizar. Por ejemplo, para escribir «A» hay que presionar la tecla «1» una sola vez, mientras que para escribir «I» hay que pulsar hasta tres veces seguidas la tecla «4». Y así sucesivamente.
Una de las tecnologías más recientes es el teclado SwiftKey, un método de ingreso de palabras incluído en los dispositivos con sistema operativo Android desde 2008 que utiliza una inteligencia artificial capaz de predecir la siguiente palabra que el usuario tiene la intención de escribir. Este sistema «aprende» de anteriores mensajes. Su manejo, además, es muy rápido y sencillo y está pensado para los dispositivos con pantalla táctil. Así, el usuario solo debe dibujar y deslizar el dedo en el teclado la palabra que desea para que se ingrese en el campo de escritura.
Fuente: ABC.es

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