miércoles, 30 de octubre de 2013

Dos robots de juguete enseñan a los más pequeños a programar.


Parece que los niños no solo aprenderán a manejar un smartphone antes que a hablar. La compañía Play-i ha desarrollado a Bo y a Yana, dos robots diseñados para enseñar a niños que todavía no van al colegio nociones básicas de programación.
Bo y Yana tienen un aspecto que no dista del de cualquier juguete de Fisher-Price: en vivos azul, rojo y amarillo y con una apariencia robusta pero manejable. Conscientes de que la manipulación de objetos físicos es básica en el desarrollo de cualquier niño, los creadores de estos robots los han acompañado de una tableta táctil en la que los críos introducen los cambios que después aprecian en los robots.
Ante la introducción de determinados códigos, Bo, por ejemplo, hace sonar un xilófono, y el ojo de Yana se enciende. También es posible hacer gruñir a Bo como un cerdito. Bo, cuentan sus creadores, es un explorador, juguetón y curioso, capaz de adquirir nuevas habilidades, mientras que Yana es una buena narradora de historias, inteligente y creativa, con un potencial aún oculto que sus dueños deben tratar de descubrir.
El objetivo de estos juguetes no es solo el de que los niños adquieran nociones de programación, aunque sus creadores le han contado a VentureBeat que efectuar dicho aprendizaje a edades tempranas puede tener un impacto decisivo para el resto de su vida. Estos robots responden a la necesidad de crear herramientas que enseñen a los niños a programar en edades en las que son capaces de aprenderlo pero no disponen de mecanismos para ello.
Bo y Yana están diseñados para que los críos aprendan a resolver problemas empleando el pensamiento lógico, dividiéndolos en partes que sean más fáciles de abarcar por sí solas, pero, además, el consejero delegado de Play-i, Vikas Gupta, considera que muchos de los que ahora son niños serán en un futuro no solo serán consumidores, sino también fabricantes de tecnología.
Bo y Yana pretenden que padres y educadores se vean envueltos también en un proceso mediante el cual los niños se sienten capaces de solucionar problemas de forma divertida.
El proyecto se está financiando a través de una campaña de crowdfunding, a través de la cual pueden conseguirse ambos robots: Bo, por un precio de 149 dólares (unos 108 euros), y Yana por 49 (unos 35). El lanzamiento tendrá lugar el próximo verano.
Fuente: ticbeat.com
 

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