F-Securees una empresa finlandesa de ciberseguridad que ofrece
herramientas de protección y análisis contra virus y ataques informáticos. Está
dirigida a usuarios comunes y corrientes y a pequeñas empresas que
como todos en el mundo virtual, necesitan protegerse. La última herramienta que
ha lanzado al mercado ha sido «Freedome», una VPN que también funciona como antivirus.
VPN son las siglas de Virtual Private
Network (Red Privada virtual, en español) y, en resumen, es
una herramienta que extiende la Red y permite saltarse bloqueos regionales. Lo
controvertido del caso es que se usa para, por ejemplo, poder visualizar vídeos
de la plataforma YouTube que contienen el bloqueo regional, es decir, que por
razones legales en el país están censurados.
Esta herramienta garantiza también
el anonimato a la hora de la navegación, algo que según dicen sus responsables
resulta necesario en este mundo que constantemente está violando la privacidad
de las personas. Pero como toda herramienta esta puede ser
utilizada de «mala manera».
Vista
de la app Freedome»Samu Konttinen, vicepresidente
ejecutivo de la firma finlandesa, asegura que su solución está pensada para la
protección completa. «Nosotros queremos crear la mejor tecnología
para las personas. Proveer y garantizar su seguridad, privacidad, y
protegerlos de las amenazas en internet. Pero muchas veces estas tecnologías
que creamos con buen propósito son usadas para actividades
criminales. La analogía es que hay gente que conduce a exceso de
velocidad, y se podría cuestionar a los fabricantes: '¿Por
qué desarrollan coches que van a más de 140 kilómetros por hora?'
Este no es un mundo simple. No podemos garantizar que la
tecnología que creamos vaya a ser nunca usada para algo malo, porque
si se pensara en eso, a lo mejor muchas buenas cosas no se hubieran creado»,
razona Konttinen a las preguntas del diario ABC durante una
charla en la terraza del Círculo de Bellas Artes donde estuvo para dar una
charla en el congreso «Startup The Fusion».
En ese sentido, este experto en
seguridad destaca, sin embargo, que aunque su herramienta está pensada para
proteger el anonimato, no se almacena el registro de actividad. «Siempre hay formas de colaborar con la justicia de ser
necesario, pero las autoridades no son los únicos detrás de los malos». «Recibimos más de 100.000 nuevos virus para PC casi cada
día que son creados por criminales. Así que las empresas de ciberseguridad
no somos policías pero vamos en busca de criminales. Es nuestro
trabajo diario», explica.
«De Cachorros a
criminales»
Y va más allá. Describe su trabajo
como el juego del gato y el ratón. «Tenemos operaciones las 24 horas del día,
todos los días, que realizan nuestros ‘cazadores de virus’ y laboratorios en
varias ciudades. Nunca dormimos. Es una caza, de verdad, de
24/7», señala. Son muchos los estudios y analistas que constatan que
los criminales suelen ir un paso por delante de la industria de la seguridad.
Sin embargo, y a pesar de que Konttinen no lo niega sí señala que hacen su
mejor esfuerzo para dar con «curas» de virus «diseñados de
forma inteligente».
Konttinen relata que la industria de
la seguridad informática ha sufrido un cambio y ese juego del «gato y al ratón»
ha mutado. «Si vamos un par de años atrás, podíamos ver que los 'escritores de virus' eran como cachorritos, personas
jóvenes que solo querían mostrar lo brillantes que eran al crear una red de
malware que pudiese atacar la mayor cantidad de PC en todo el mundo. Se podía
ver como una especie de producción en masa», relata.
Nuevas amenazas
La situación ha cambiado en los
últimos cinco años, y se ha vuelto más dura. «Los creadores de virus ya no
son estos cachorritos y ahora se han convertido en verdaderos cibercriminales.
Los criminales saben que, mientras más exposición tienen, más rápido los pueden atrapar y
las empresas de seguridad pueden crear los antivirus. Por eso ahora no infectan
a muchas personas sino que hacen ataques a un blanco
específico, van detrás de ciertas compañías o personas que dirigen
esas empresas. Ahí la exposición es menor y tratan de estar escondidos. Eso ha
sido un reto para empresas como F- Secure ¿Cómo podemos encontrar esos
criminales si no quieren publicidad? Ha sido difícil pero lo hemos logrado. Eso
sí, se hace cada vez más duro», confiesa.
También señala que, para tratar de
adelantarse a las mutaciones de virus existentes, hacen estudios de
comportamiento y predicción, para saber hacia dónde se «dirige» el virus. Su
idea es que no siempre sea el juego del «gato y el ratón», que la actividad de
las empresas de ciberseguridad no sean reactiva. Ya se encuentran desarrollando
métodos de inteligencia artificial para que puedan detectar dichas mutaciones. [Be'er Sheba, la capital de la ciberseguirdad]
Privacidad,
asunto importante
Para combatir este problema, esta
compañía de seguridad acaba de lanzar su «app» Freedome, pensada para que
funcione de forma sencilla y que el usuario no se preocupe por tecnicismos. «Algo que es sencillo de usar no te genera preocupaciones.
Es un botón de encendido y apagado. No tiene que saber cómo va, o sobre
tecnología de seguridad», señala. De momento es sólo para dispositivos móviles,
aunque ya se encuentran desarrollando una versión para ordenadores.
Freedome es una app de pago, una característica que hace que muchas
personas sean retricentes. Konttinen señala que aunque hay un mercado dispuesto
a pagar, saben que hay otro grupo que o no puede o no quiere pagar por un
antivirus. Es por eso que para atender un mercado mayor lanzarán una versión
«freemium» de la aplicación.
Por otra parte, consideran que hay
más personas que se han dado cuenta que hay que pagar para proteger la vida
digital. «Desde las revelaciones de Edward Snowden sobre la NSA muchas
personas comunes son más conscientes de la seguridad y de que internet no es solo un lugar bonito, sino que hay muchas
violaciones de privacidad. Son muchas las aplicaciones,
organizaciones, que quieren rastrearte, localizarte. Por eso mucha más personas
están tomando medidas para no seguir perdiendo privacidad», apunta.
Fuente: ABC.es
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