Ni la banca online ni los avances de las tecnológicas en el sector financiero son novedad; sin embargo, los riesgos para los bancos tradicionales que no se adapten a los cambios son ahora mucho mayores que nunca.
Así lo afirman varios informes, entre ellos, uno de la consultora Deloitte, del que se hace eco el Wall Street Journal y que asegura que los riesgos de aquellos bancos que no se readapten a las nuevas condiciones del sector son más graves que en las dos décadas anteriores.
Y ello tiene mucho que ver con la coyuntura financiera de los últimos años. “La posición de los bancos se ha visto muy debilitada por la crisis económica, no solo en términos financieros, sino también de imagen pública”, señala Margaret Doyle, la responsable del departamento de Servicios Financieros de Deloitte.
El terreno que antes ocupaban los bancos empiezan a pisarlo nuevos bancos y compañías de pagos electrónicos. Según la consultora Accenture, en los próximos seis años los bancos tradicionales podrían perder hasta el 30% de sus ingresos por culpa de nuevos competidores como PayPal, propiedad de Ebay, con 148 millones de cuentas activas y que solo en Alemania se lleva aproximadamente una cuarta parte de los pagos realizados a través de Internet, como recoge este reportaje de El Mundo.
Otras compañías orientadas al crowdfunding, como Kickstarter, han abierto, una vía alternativa de financiación para los ciudadanos y sus proyectos. El informe de Deloitte asegura que el avance de las tecnológicas daña profundamente el modelo de banca tradicional.
Hay confianza en los nuevos actores
Facebook trabaja para conseguir una licencia bancaria en Irlanda y los usuarios de Google Wallet ya pueden comprar online o enviar dinero a través de sus monederos electrónicos. Si las regulaciones que antes blindaban el sector de la banca se hacen más laxas, el financiero podría convertirse en un sector muy prometedor para nuevos actores.
En una encuesta a 4.000 clientes de bancos de Estados Unidos y Canadá realizada por Accenture, el 29% afirmó que, en caso de que existiera, usaría los servicios bancarios de empresas tecnológicas como Google y Apple. Parece, por tanto, que el público está preparado para una nueva transición.
Deloitte también indica que el avance de los nuevos bancos amenaza a sus competidores más convencionales. Los clientes de estos nuevos actores cuentan ahora con mayor protección en la Unión Europea, donde ahora resulta bastante más fácil crear una entidad financiera y hacerse un hueco en el mercado de manera que hace diez o veinte años, afirman desde la consultora, resultaba casi impensable.
Fuente: ticbeat.com
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