miércoles, 18 de junio de 2014

Facebook presenta Slingshot, su «clon» de Snapchat.

En Silicon Valley suele haber un dicho: «Si no puedes con el enemigo, cómpralo». Sin embargo, esto no se logró el año pasado, cuando Facebook estaba dispuesto a gastar miles de millones de dólares para comprar Snapchat. Desde la «app» de mensajes que desaparecen rechazaron su oferta y la de otros gigantes.
A pesar del rechazo Facebook no dejó de pensar en la posibilidad de mensajes y fotografías que desaparecen después de ser enviadas y ahora ha dado muestra de ello con el lanzamiento de Slingshot, su «clon» de Snapchat.
Slingshot (tirachinas en inglés) es un servicio que en principio parace un clon más de la popular app de fotografías que se autodestruyen, aunque, en su favor, tiene otras características particulares.
La «app» estará disponible en los Estados Unidos desde este mismo martes en iOS y Android. Es el segundo producto que sale de su departamento Creative Labs después de Paper.
Desde el equipo de Slingshot tienen clara su semejanza con Snapchat. En una entrada en su blog explican que las fotografías y vídeos que no se guardan para siempre y se comparten «son más expresivas, y espontaneas». Su idea es que se «disfrute» de los momentos y, que si bien han usado y aprovechado las bondades de Snapchat, quieren que su nueva app sirva de método para compartir fotografías de «momentos» con varias personas de un solo clic.
Pero el principal elemento diferenciador es la reciprocidad. En Slingshot se puede, como en muchas apps, grabar un vídeo pequeño, tomar una fotografía y editarla, pero un usuario no podrá ver lo que reciba de otra persona a menos que envíe algo a cambio. Quizás esa obligación por compartir no agrade muchos pero es lo que la hace diferente.
Creative Labs son esencialmente una incubadora de nuevas aplicaciones e ideas que podrían o no estar estrechamente relacionado con el servicio principal de Facebook. Slingshot surgió de un hackathon de tres días celebrado en diciembre pasado en Creative Labs, explica Nick Bilton en el New York times.
Fuente: ABC.es

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