La humanidad ha dejado vestigios de su paso en Be’er Sheba (beersheba). Es una de las ciudades más
antiguas de Israel y en ella se conserva uno de los «tells» bíblicos reconocidos como
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La ciudad también es conocida por ser
blanco de los misiles de mayor alcance que se han lanzado hacia Israel desde la
Franja de Gaza. Pero, esta región, ubicada en el desierto del Néguev quiere ser
reconocida por otro aspecto, por ser la capital de la ciberseguridad.
Desde hace un par de años en
Israel han
hecho énfasis en la investigación para reforzar la seguridad cibernética. Las
amenazas para países, empresas o personas ya no se limitan al mundo físico. Sin
embargo, y los expertos lo señalan, los riesgos de los ataques en el mundo virtual repercuten en lo físico.
«Lo cibernético por sí solo no destruye pero
cuando actúa sobre algo físico sí y se convierte en riesgo cuando por ejemplo,
se combina con un misil», apuntaba uno de los expertos
presente en Cybertech, una conferencia dedicada a la ciberseguridad en Be’er
sheba en mayo de 2014.
El Cybertech se celebró en el Shamoon College of Engineering (SCE), una de las
escuelas de ingenierías más importantes de Israel.
A pocos kilómetros de ahí se está desarrollando
lo que denominan CyberSPark, un parque tecnológico que reúne startups, y divisiones de
grandes empresas que se dedican a la seguridad cibernética.
El lugar fue inaugurado en enero de este
año. Está en proceso de construcción pero ya algunas empresas se
están asentando, y otros, como IBM ya han anunciado
que llevarán su laboratorios de investigación a la zona.
«Be’er sheba no será la única capital ‘cyber’ de
Israel, pero sí el lugar más importante sobre la ciberseguridad en todo el
mundo», dijo el primer ministro de
Israel Benjamín Netanyahu en enero.
JVP (Jerusalem Venture Partners), una
aceleradora muy importante de ese país, ya se han ubicado en uno de los
edificios del CyberSpark. Yoav Tzruya,
responsable de los Laboratorios de Cyber de JVP señala que la fortaleza de este «campus»
recae en varios elementos.
Por un lado, está cerca de grandes casas universitarias, por lo que la
investigación en las empresas se puede combinar con la académica y mejorar la
integración. Además del SEC también está el campus de la Universidad Ben-Gurion
de Néguev.
El segundo aspecto es que también está muy cerca
de instalaciones militares, una «industria» que en
Israel, a diferencia de muchos países, está en constante sinergia con el resto
de los sectores económicos.
Este elemento militar también se refuerza, ya
que Israel ha hecho énfasis en la ciberseguridad aplicada a los
diversos mecanismos de defensa militares del país. «La idea del
CyberSpark era crear un ecosistema con los militares, la universidad y las
empresas multinacionales», señaló Tzruya.
JVP es ejemplo de esa sinergia. Entre las empresas que incuba hay muchas
de seguridad. Como CyActive, que desarrolla mutaciones o variaciones de malware
existentes, y sobre ellos, diseña antivirus. La idea de esa empresa es
adelantarse a los hackers.
También destaca Titanium, que hace mutaciones de
los ordenadores y los convierte en máquinas únicas, por lo que la tarea de los
ciberdelincuentes se hace más complicada, ya que si quieren atacar, tendrán que
diseñar un malware o virus específico para cada ordenador que se quiere
vulnerar. La mayoría de estas empresas tiene militares retirados en sus filas o
han colaborado muy de cerca con el departamento
de defensa.
Fuente: ABC.es
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