Las cartas están sobre la mesa en la
controvertida reforma de la regulación de Internet Abierto. Hoy se reúnen los cinco miembros de la Comisión Federal de
Comunicaciones (FCC, en sus siglas
en inglés) para votar el cambio normativo, que permitiría a los proveedores de
Internet establecer un acceso
a la red de dos velocidades: más rápido para las empresas o
usuarios dispuestos a pagar más, más lento para quienes no lo hagan.
El borrador de la propuesta,
elaborado por el presidente de la Comisión, el demócrata Tom Wheeler, ha recibido la oposición de algunos
políticos, organizaciones de consumidores y grandes empresas de Internet, como
Google o Facebook, que estarían entre las más perjudicadas por la medida.
La reforma está motivada por una
sentencia de un tribunal federal del pasado mes de enero. La decisión judicial,
que parte de una demanda de Verizon para establecer canales de acceso a
internet más rápidos y caros, tumbaba buena parte de la regulación actual sobre
Internet Abierto.
La presión sobre Wheeler ha hecho
que en los últimos días revise su propuesta para permitir estas vías rápidas
solo en algunos casos. Por un lado, las compañías tecnológicas mostraron su
rechazo la semana pasada en una carta firmada por 150 empresas
líderes en este sector. «En lugar de permitir la negociación
individual y la discriminación, las reglas de la Comisión deberían proteger a
los usuarios y a las compañías de Internet, tanto en plataformas fijas como
móviles, frente al bloqueo, la discriminación y la diferenciación en los precios,
y deberían conseguir un mercado de Internet más transparente. Estas normas son
esenciales para el futuro de internet», aseguraban las compañías en su misiva.
Oposición a la
medida
La oposición desde sectores de la
opinión pública también ha sido contundente. Además del campamento al estilo
«Occupy Wall Street» montado desde la semana pasada enfrente de la sede de la
FCC en Washington y de la protesta pública de personajes como el cineasta Oliver Stone, los rockeros Michael Stipe y Eddie Veder o el actor Mark
Ruffalo, más de un millón de personas y casi un centenar de
organizaciones de derechos civiles han firmado una petición para que se
salvaguarde la neutralidad de Internet.
Desde la trinchera de las compañías
proveedoras de servicios de internet, que llevan años presionando a los
legisladores en Washington para permitir la reforma de esta regulación, también
se han producido movimientos: los consejeros delegados de AT&T, Comcast,
Verizon, Time Warner Cable y otras 24 compañías mandaron el martes una carta a
los comisarios de la FCC, en la que aseguraban que no permitir la reforma de la
regulación sería una amenaza a la inversión en el sector.
Muchos de los abogados de la neutralidad de internet proponen que los servicios de acceso a Internet se regulen como un
«servicio de telecomunicaciones», dentro de la ley que regula ese sector y que
impide que se ponga precio a diferentes tipos de acceso. Para los ejecutivos de
las compañías proveedoras de internet, esa posibilidad haría que los
consumidores tengan «menos poder de elección y un Internet con menor capacidad
de adaptación y de respuesta. La era de la diferenciación, la
innovación y la experimentación sería sustituida por la era de
‘pedir permiso al Gobierno’ por parte de los emprendedores estadounidenses. Eso
no puede ser y no puede convertirse en el Internet de EE.UU. del futuro»,
aseguran.
Si la propuesta de Wheeler
prevalece, se abrirá un periodo de sugerencias abiertas al público antes de una
segunda votación, y la nueva regulación entraría en vigor al final de este año.
Habrá que ver la reacción de la Casa
Blanca tras la decisión de la FCC. Durante su campaña presidencial, Barack
Obama dijo en varias ocasiones que no daría «un paso atrás en mi compromiso con
la neutralidad de internet».
Fuente: ABC.es
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