Una de las tendencias actuales en el mercado de
la tecnología es trabajar en la nube (cloud computing) y acceder a internet
desde cualquier parte.
Como las smart tv aún no han penetrado en los hogares, tal vez por el gran
freno del precio, algunos fabricantes han diseñado algunos productos que
permiten el consumo de archivos audiovisuales en la televisión mediante
dispositivos móviles como smartphones y tablets.
Uno de esos es Google Chromecast, que acaba de
empezar a comercializarse en España. Estamos ante una especie
de «llave» que conecta el televisor con los dispositivos móviles. Lo
que hace, para entendernos, es reproducir en «streaming» en la televisión
contenidos directamente de un dispositivo, por lo que no podemos ver
contenido local, es decir, películas y música que tengamos guardado por ejemplo en
el móvil, algo que estaría muy bien, la verdad, y que por ese motivo Google lo
incorporará en un futuro.
Hasta ahí bien, este dongle viene con el gran
atractivo de la compañía que está detrás, un aspecto que garantiza que va a
funcionar bien, como pudo comprobar el diario ABC en primicia cuando
se lanzó primeramente en el mercado norteamericano.
Y sí, el funcionamiento es rápido, útil,
práctico, fluido, pero a veces deja algo que desear. Lo que sucede es que hay
falta de servicios compatibles, aunque algunos proveedores de contenidos como
Wuakitv están en camino, lo que supondrá un gran impulso. Pero de momento, lo
único que se puede hacer con este pequeño aparato que se conecta al puerto HDMI
de la televisión y a una fuente de alimentación es ver vídeos de la plataforma
de vídeos Youtube, Google play movies y Google play music.
Por esta razón, su atractivo se reduce por ese
excesivo corporativismo. Cuando aparezcan más aplicaciones compatibles será un
aparato verdaderamente potente. Su punto fuerte, ahora, es trasladar al
televisor vídeos de Youtube prácticamente, que es posiblemente el mayor uso que
se le estará dando. Por ejemplo, sí estuviera Netflix, Spotify y otras
aplicaciones tipo Dropbox podría ser una auténtica joya.
Por supuesto, se puede utilizar el navegador
Chrome para consultar diversas páginas. Sin embargo, de momento solo es
compatible desde el ordenador principal, lo que reduce realmente las
potencialidades del «gadget». Para ello, hay que descargarse una
extensión y, cuando el usuario desea ver digamos en grande desde el televisor
la página web en cuestión, elegir como destino Chromecast.
La instalación, eso sí, resulta cómoda. Una vez
conectado al televisor, el propio dispositivo va reconociendo los aparatos
compatibles y descargando un software que tarda unos pocos minutos la primera
vez. Se establece conexión con una red wifi y, entonces, y de manera intuitiva
y sencilla y sin grandes conocimientos, se puede comenzar a utilizar.
Todos los dispositivos conectados a la red wifi
detectan el Chromecast para poder manejarlo. Como depende de la velocidad de la
red wifi, la calidad de la reproducción puede variar. En definitiva, un
interesante producto pensado para el hogar pero su escaso catálogo de
aplicaciones reduce sus posibilidades.
Fuente: ABC.es

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