Oculus VR está empezando a sufrir el «efecto Facebook», que no siempre es bueno. La
red social de Zuckerberg anunció por sorpresa la compra por 2.000 millones de
dólares de Oculus VR, una empresa especializada en realidad virtual, creadora
de las gafas Oculus Rift. Zuckerberg considera que la realidad virtual será el próximo paso en las comunicaciones sociales y
por eso ha decidido apostar por el que más atención ha llamado.
El acuerdo, sin embargo, no ha
gustado mucho a los desarrolladores y personas que han apoyado las Oculus Rift desde el principio. Así lo han hecho saber
a través de redes sociales y foros en internet. El sentimiento
general es que la unión a Facebook, aunque en teoría seguirá trabajando de
forma independiente, será algo malo para Oculus, para la realidad virtual y
para la industria de los videojuegos.
Uno de los primeros en demostrar su
descontento fue Markus Persson, creador del juego
Minecraft. Persson, mejor conocido como «Notch» escribió en Twitter: «Estábamos en conversaciones para traer una versión de Minecraft a Oculus. Acabo de cancelar ese acuerdo. Facebook me aterra».
Facebook tiene una reputación, buena
y mala. Muchas personas manifiestas su temo a la red social debido a la gran
cantidad de datos personales que posee, al menos el de 1.000 millones de
personas y los uso que les puede dar. También se especula sobre la mala imagen que le puede «ceder» a Oculus.
Zuckerberg quiso dejar muy claro que
la empresa Oculus VR seguriá funcionando de forma
independiente. Un caso de éxito similar ha sido Instagram . Se
especuló lo peor pero recién alcanzó los 200 millones de usuarios y se han
compartido a través de dicha aplicación 20.000 millones de fotografías.
«¿Dónde me
devuelven mis 300 dólares?»
Pero siempre hay dudas. Así lo han
mostrado los que apoyaron de forma inicial el proyecto a través de Kickstarter. Su creador, Palmer Luckey, registró el prototipo del proyecto en la
plataforma de Crowdfunding para recaudar financiación. Y lo logró, reuniendo 2.4 millones de dólares.
Ahora, esas personas que dieron un
poco de su bolsillo para que las Oculus Rift se convirtieran en algo real se
han molestado y exigen su dinero. 9.522 personas actuaron como «mecenas» en el
proyecto inicial y ahora siente que la venta a Facebook es una traición. No
sólo piden su dinero invertido, sino que se les compense.
«No tengo palabras para expresar
lo traicionado que me siento», escribió el usuario Sergey Chubukov en la página de comentarios de Oculus en Kickstarter.
«Yo apoyé la campaña de Oculus
también, dando 300 dólares. Se me ofrecía un prototipo, la idea de
que formaba parte de una revolución, yla idea de que daba mi confianza a unas
personas independiente que probaría al mundo de la tecnología que las
revoluciones las hacen las personas. Facebook no es malvado, es una
empresa. Una compañía que invirtió 2.000 millones en Oculus. No nos
engañen. Aunque no lo admitan hoy, han perdido su libertad. Han perdido su
alma. Han aniquilado todas las bonitas ideas de su proyecto. Pero
sí, son ricos ahora», escribió en la misma página Shinya Kato, de Japón.
«¿Entonces? ¿En dónde le
devuelven a uno sus 300 dólares? Creo que nosotros los
"mecenas" tenemos derecho al producto también, y no estoy de acuerdo
con que mi dinero sea gastado en un tecnología que ha ido a parar a las manos
de Facebook», escribió por su parte Philip Hansen en la misma página.
Palmer Luckey ha tratado de defenderse
a través de la red Reddit. «Si alguna vez necesito una
cuenta de Facebook para usar o desarrollar las Rift, abandono»,
prometió. «Si alguna vez veo marca de Facebook en algo que no sea opcional,
también, abandono. (…) Si veo anuncio en algo por lo que ya he pagado, termino.
También hay decisiones de desarrollador, no nuestra. Si alguien quiere vender
un juego con anuncios integrados, ellos tendrá que asumir las consecuencias»,
escribió en Reddit.
Entre comentario, crítica y
recomendaciones, aseguró que no iba a abandonar en realidad. «Estoy 100% seguro de que la mayoría de la gente va a ver la razón
por la que esto es bueno a largo plazo», dijo.
Luckey tiene puestas sus esperanzas
en el acuerdo. Una de las ventajas que ve es que se puede abaratar el costo de
las Rift, contratar más empleados y los mejores e invertir más en el contenido
y desarrollo.
Fuente: ABC.es

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