Los menores de hoy en día tienen cada vez más
acceso a múltiples dispositivos conectados a internet que, sin un buen
protocolo de actuación, puede derivar en una serie de comportamientos que
quedarían desprotegidos frente a personas malintencionadas. Internet está en
todas partes y, como tal, hay que educar a los más pequeños a una actividad
sana.
Según los expertos de Panda Security, se podrían clasificar
en siete los comportamientos que deberían evitar los menores mientras navegan
por internet y que tendrían que tener muy presente los padres.
1.- Hablar con extraños: En internet, como en la vida, se pueden
encontrar personas malintencionadas que busquen a personas inocentes. Y las
vías para hacerlo se multiplican, como en redes sociales como Facebook o Tuenti
hasta exitosas aplicaciones como WhatsApp, aunque para ello el niño debería
tener teléfono móvil propio. «Son muchos los soportes a través de los que
personas desconocidas pueden ponerse en contacto con tus hijos. La inocencia de
los niños hace que, en muchas ocasiones, no vean peligro dónde sí lo puede
haber. El anonimato en internet es casi más peligroso que en la vida real»,
señala la compañía de seguridad.
2.- Compartir información privada: La privacidad es uno de
los aspectos a los que cada vez más se presta atención y preocupa a los
usuarios de internet. Conforme internet entra en todos los aparatos del hogar,
la era del llamado «Internet de las cosas», más esfuerzos hay que realizar para
no perder el control de nuestros datos y de todo aquello que, aunque sea
inocente, comentamos.
«En muchas de las acciones que realizamos cuando
navegamos por Internet compartimos, de una forma u otra, información
confidencial. Los adultos sabemos hasta dónde tenemos que llegar pero los niños
lo ignoran. Por eso, debes hablar con tu hijo y hacerle ver los peligros que
tiene facilitar determinados datos de forma pública», escriben.
3.- Descargarse aplicaciones poco apropiadas: El mercado de las
aplicaciones es muy extenso y en las principales tiendas, Google Play o Apple
Store, nos ofrecen miles de aplicaciones para facilitarnos la vida en nuestro
día a día pero es fundamental saber qué nos descargamos y la información que
damos y recibimos de esas «apps».
«No todos los orígenes de descargas son seguros
ni fiables. Incluso dentro del propio Google Play puedes encontrar app
maliciosas que suscriban a servicios de SMS Premium o instalen otros programas
sin tu consentimiento. Pide a tus hijos que te pregunten cuándo quieran
descargarse una aplicación e infórmate sobre ella», subrayan.
4.- Acceder a webs con contenido no apto para su edad: Existen controles parentales que garantizan que los
niños no consuman desde contenidos eróticos o cargados de violencia explícita.
Aunque en algunas páginas se requiere introducir la fecha de nacimiento para
poder entrar pero, realmente, se puede saltar ese filtro fácilmente.
«Siendo conscientes o no, los niños pueden
visitar páginas webs cuyo contenido no esté recomendado para ellos. En muchas
ocasiones, no es suficiente con revisar el historial de navegación del
ordenador, tablet o teléfono móvil. Decide con el control parental las webs a
las que puede acceder y bloquea aquellas que no sean apropiadas para ellos»,
añaden.
Fuente: ABC.es

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