Si de algo puede presumir Internet es de variedad. Todo tipo de información y productos están al alcance de los usuarios. Sin embargo, lo que por un lado es un punto que nos favorece por otro nos complica la vida. Es cuando se escoge cuando aparece la paradoja de la elección –The Paradox of Choice: Why More Is Less, de Barry Schwartz– que mezclada con que el cerebro tiende a simplificar para hacernos la vida más sencilla (100.000 neuronas por milímetro cúbico nos podrían llevar a no acabar nunca) explica en buena medida por qué este artículo se retuiteará sin ser leído o por qué entre tantos productos iguales o muy parecidos al final nos decidimos por uno.
La decisión de compra en nichos de mercado que aglutinan gran cantidad de productos similares se discierne desde dos ámbitos diferentes: los relacionados con la cartera del cliente (su restricción presupuestaria y su predisposición al gasto o incluso su aversión al riesgo si tiene miedo a comprar online)– y los referentes a las decisiones de compra en un entorno de abundancia. O lo que es lo mismo, el usuario ve muchos titulares de entre los cuales le llama la atención uno y decide consumirlo –comprarlo–. A su disposición hay multitud de información que obvia y omite. Es por ello que en muchos casos la venta reside en buena medida en el titular –o en el title de la ficha de producto si hablamos de e-commerce–.
De alguna manera hay que elegir cuando compramos un producto en un comercio electrónico que ofrece infinidad de posibilidades similares a la competencia. Esta toma de decisiones entre productos semejantes reside en los detalles que resuelven las dudas generales (información o contenido), en los que más llaman la atención o destacan (en buena medida labor del SEM o el SEO) o en los detalles que simplifican la búsqueda (un título que atraiga, destaque e informe).
Es por todo lo anterior por lo que en muchas ocasiones el e-commerce en el que hacemos la compra es lo de menos (dentro de unos márgenes de fiabilidad, etc. claro está). Lo que nos interesa es el producto, al igual que lo de menos es quien escribió este artículo pues lo interesante es el contenido. Por ende, muchos productos –hay muchos ejemplos de largas listas de productos similares en comercios como Amazon– los diferenciamos y compramos por el título, al igual que consumiste este artículo por el title del mismo.
Autor: Cesar Aparicio
La decisión de compra en nichos de mercado que aglutinan gran cantidad de productos similares se discierne desde dos ámbitos diferentes: los relacionados con la cartera del cliente (su restricción presupuestaria y su predisposición al gasto o incluso su aversión al riesgo si tiene miedo a comprar online)– y los referentes a las decisiones de compra en un entorno de abundancia. O lo que es lo mismo, el usuario ve muchos titulares de entre los cuales le llama la atención uno y decide consumirlo –comprarlo–. A su disposición hay multitud de información que obvia y omite. Es por ello que en muchos casos la venta reside en buena medida en el titular –o en el title de la ficha de producto si hablamos de e-commerce–.
De alguna manera hay que elegir cuando compramos un producto en un comercio electrónico que ofrece infinidad de posibilidades similares a la competencia. Esta toma de decisiones entre productos semejantes reside en los detalles que resuelven las dudas generales (información o contenido), en los que más llaman la atención o destacan (en buena medida labor del SEM o el SEO) o en los detalles que simplifican la búsqueda (un título que atraiga, destaque e informe).
Es por todo lo anterior por lo que en muchas ocasiones el e-commerce en el que hacemos la compra es lo de menos (dentro de unos márgenes de fiabilidad, etc. claro está). Lo que nos interesa es el producto, al igual que lo de menos es quien escribió este artículo pues lo interesante es el contenido. Por ende, muchos productos –hay muchos ejemplos de largas listas de productos similares en comercios como Amazon– los diferenciamos y compramos por el título, al igual que consumiste este artículo por el title del mismo.
Autor: Cesar Aparicio
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