Cuando Edward Snowden
reveló el espionaje masivo llevado a cabo por parte de la Agencia Nacional de Seguridad Estadounidense (NSA),
millones de ciudadanos norteamericanos mostraron sus temores ante el hecho de
que gigantes tecnológicos como Google o
Facebook hubieran accedido a revelar a la Administración Obama parte
de la información confidencial que manejan.
Las revelaciones de los diarios «The Guardian» y «The Washington Post»
dejaron patente que la NSA, en connivencia con el FBI, había accedido a varias empresas sin su aparente conocimiento con
el fin de extraer «información útil» para el Gobierno. En el punto de mira y
bajo la sospecha de haber colaborado con la Agencia Estatal quedaron las «grandes» de Silicon Valley: Apple,
Google, Facebook o Microsoft, entre otras.
Esta semana, el rotativo británico «The Guardian» narraba, no
en vano, un caso que bien podría ser el ejemplo moderno de la parábola de David
contra Goliat, el débil contra el más fuerte. Se trata de la empresa proveedora
de servicios de internet Meet Xmission, una
empresa tecnológica que opera desde Utah y que ha demostrado saber blindar al
máximo la seguridad de sus usuarios. Según el CEO de la compañía, Pete Ashdown, fueron varias las ocasiones en que las
autoridades estatales y locales solicitaron a Meet Xmission datos
confidenciales de los usuarios, algo a lo que la empresa se negó en reiteradas
ocasiones acogiéndose a la Cuarta Enmienda.
«Comportamiento modélico»
Así lo relata Ashdown, quien asegura que desde al año 1998 rechazó numerosas solicitudes alegando para ello que
este tipo de peticiones contravenían la constitución estadounidense.
A raíz del escándalo del espionaje por
parte de EE.UU., Ashdown ha decidido publicar las solicitudes de
información recibidas durante los últimos tres años así como sus respuestas a
dichas peticiones, un comportamiento «modélico para la industria», según la Electronic
Frontier Fundation y que «Google y otros gigantes podrían emular».
Fuente: ABC.es

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