Según recoge The New York Times, el
presidente de BlackBerry, Thorsten Heins, reconoció el martes, en la junta
anual de accionistas, que los últimos modelos de la compañía no han revivido,
como él esperaba, a la marca, sino que han tenido lo que califica como un
lanzamiento “fallido”.
Tras la entusiasta presentación, el
pasado enero, del modelo Z10 y del nuevo sistema operativo BlackBerry 10 (que
trajo, aparejado, el cambio del nombre de la marca RIM por BlackBerry), Heins
se las ha tenido que ver con las preguntas de los inversores, preocupados por
la caída de las acciones, por la débil cuota de mercado que BlackBerry maneja
en Estados Unidos –un 0,9%, según datos de Kantar WorldPanel ComTech- y por las
pérdidas del último trimestre, cifradas en 84 millones de dólares.
Ya cuando, a finales del mes pasado,
BlackBerry dijo que había vendido 2,7 millones de modelos nuevos, alrededor de
un millón menos de los que los analistas esperaban, se supo que el encuentro de
ayer en la Universidad de Waterloo no sería, precisamente, de celebración.
De acuerdo con lo que relata New York
Times, uno de los accionistas se dirigió a Heins para explicarle que tenía “la
impresión de que el lanzamiento de BlackBerry Z10 había sido un desastre”. Algo
a lo que el presidente de la compañía respondió: “¿Fue un lanzamiento perfecto?
Probablemente no. ¿Fue un desastre? Tampoco lo creo”.
No es solo cuestión de marketing
Heins reconoció ante los inversores que
BlackBerry todavía necesita algo más de tiempo para cambiar el curso de los
acontecimientos, y apeló, de nuevo, a su paciencia. El presidente advirtió de
que cabe esperar más pérdidas durante el presente trimestre, mientras la
compañía aumenta su gasto en marketing, aunque hay quien dice que los problemas
de ventas no tienen que ver, precisamente, con la posición de los dispositivos
en los lineales de las tiendas, sino con sus propias características.
Es el caso de Mark R. McQueen, el vicepresidente
de Wellington Financial, una compañía de Toronto, quien relató todas sus
desventuras con su BlackBerry Z10 en dos detalladas entradas de su blog, muy
seguido por la comunidad financiera estadounidense. McQueen hizo también
público que su desengaño con el dispositivo, que, por ejemplo, no permite
sincronizar los datos del calendario y la lista de contactos con Outlook, lo
llevó a vender sus acciones de BlackBerry. Las tenía desde los años noventa.
¿Un nuevo cambio de dirección?
Tras dos años de intenso desarrollo
móvil y de mensajes que repetían que el futuro de BlackBerry está en los
teléfonos, Heins dejó caer el martes que “BlackBerry no es solo una compañía de
dispositivos” y expresó su esperanza en el crecimiento de su servicio de datos.
De momento, conquistar el mercado estadounidense, reconoció, “es una batalla
cuesta arriba”.
Ayer también se supo que, hace un mes,
el hasta entonces director de Marketing y Ventas de BlackBerry para Estados
Unidos, Richard Piasentin, dejó su puesto.
Fuente: Ticbeat

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